Discos Rígidos en los servidores de archivos
Investigadores suizos científicos acaban de demostrar cómo los discos duros podrían mejorar utilizando láseres para cambiar el estado magnético de los discos, el problema del tope de rendimiento actual radica en la “lentitud” de los imanes, algo que no mejoraría aumentando RPMs o añadiendo mucha más caché, lo que maquillaría en parte el resultado.
Láser, nueva esperanza para los discos duros
Se acaba de demostrar cómo se podría utilizar láseres para controlar la magnetización a una tasa de velocidad extremadamente alta en comparación a cómo se gestiona a día de hoy. Este es uno de los factores limitantes del rendimiento de los discos duros actuales y podría marcar un antes y un después en la línea de investigación y desarrollo de los discos duros magnéticos.
El futuro de los HDs
Todos estamos viendo cómo llegaron los SSDs al mercado, pisando fuerte, con su gran rendimiento y su creciente capacidad para llegar a modelos de hasta 1 TB en el mercado con precios cada vez más bajos.
Los discos duros han pasado a ser utilizados como medios de almacenamiento y muchos equipos utilizan sistemas híbridos de almacenamiento con un SSD para sistema y aplicaciones y un disco duro para datos, pero, ¿qué les depara el futuro?.
Lo que está por venir es esperar esa optimización así como también ver lo confiable que puede llegar a ser para ver si podría ser implementado en un disco duro como tal, pero podría ser una de las opciones que tienen los discos duros para solucionar uno de los puntos que se han mejorado con los SSDs, el rendimiento.
Con la tecnología láser se podría cambiar un bit de información en tiempos de picosegundos, frente a los nanosegundos que se tarda hoy con la tecnología ferromagnética, hablamos de una mejora de rendimiento de tres órdenes de magnitud, lo que pondría (teniendo en cuenta los otros factores limitantes), como mínimo, a la altura de los SSDs a estos futuribles HDs láser.
Otra de las mejoras que traería consigo esta tecnología sería el aumento de densidad de datos de cada plato del disco duro, se barajan cifras de 6,6 TB por pulgada cuadrada lo que vendría a ser 15 TB por plato. Si nos remitimos a ciertos modelos de disco duro que tienen entre 3 y 4 platos, hablamos de capacidades de 45 TB.
Habrá que ver cómo evoluciona esta tecnología y si finalmente tendremos con ella un elemento para evitar que los SSDs acaben con los discos duros tradicionales.
En el contexto actual se debe tener en cuenta principalmente lo económico para poder desarrollar un servidor con SSD, ya que en la actualidad no son de gran almacenamiento y por ende no serviría del todo a lo que consiste un servidor de archivos.